El dilema de Antígona

Esta semana en clase de lengua hemos leído un teatro, en los que los protagonistas son Antígona y Sófocles, me ha llamad mucho la atención, así que  he hecho un teatro con tres actos

Acto I: La Ciudad de Tebas

(El escenario representa una plaza en Tebas. En el centro, una estatua de un rey caído. Antígona está de pie, mirando la estatua con determinación. Ismene, su hermana, se acerca preocupada. Creonte, el rey de Tebas, está en su trono observando la escena.)*

Antígona:(con pasión) ¡Ismene, no podemos permitir que el cuerpo de nuestro hermano Polinices quede sin enterrar! Es nuestro deber, nuestro honor.

Ismene:(temerosa) Pero Antígona, el rey Creonte ha prohibido el entierro bajo pena de muerte. No podemos desafiar sus órdenes.

Antígona:(desafiante) Prefiero morir honrando a mi hermano que vivir en la deshonra de no enterrarlo. La ley de los dioses es superior a la del hombre.

(Antígona sale decidida del escenario. Ismene la mira con preocupación mientras Creonte se levanta de su trono, furioso.)


Acto II: El Palacio Real

(El escenario representa el interior del palacio real de Tebas. Antígona es arrestada y llevada ante Creonte. Haemon, el hijo de Creonte y prometido de Antígona, entra en la escena.)

Creonte:(iracundo) ¿Cómo te atreves a desafiar mis leyes y enterrar a Polinices?

Antígona:(firme) Porque es mi hermano y merece un descanso digno en el más allá. La ley de los dioses exige piedad y respeto por los muertos.

Haemon:(interviniendo) Padre, por favor, escucha a Antígona. El pueblo murmura en las calles. No están de acuerdo con esta decisión.

Creonte:(obstinado) No permitiré que la desobediencia se apodere de esta ciudad. La ley debe ser respetada por encima de todo.

(Haemon y Creonte discuten mientras Antígona observa, angustiada.)


Acto III: La Condena

(El escenario representa una celda oscura. Antígona está sola, esperando su ejecución. Ismene entra en la celda con lágrimas en los ojos.)

Ismene:(llorando) Antígona, mi corazón está roto por lo que te ha pasado. ¿Puedes perdonarme por no haberte apoyado antes?

Antígona:(serena) Hermana, no hay nada que perdonar. Hice lo que creí correcto. La muerte no me asusta, prefiero un final honorable a vivir en la deshonra.

(Ambas se abrazan mientras se escuchan los pasos de los guardias acercándose.)



Sara





Comentarios

Entradas populares